Despido tejidos de mi útero
conejos blandos
ese tul que sostiene una gravedad inconsistente
esa Nada que se aposenta en las esquinas de los ojos
musarañas engamuzadas
La medusa nebulosa mide cuatro años luz, esas distancias
coraza alerónica
que separan mi cabeza del ombligo
que camino nocturna, ida vuelta
albricia para la dama negra
Este teclado pegoteado en jugo, las teclas se despegan con la misma viscosidad que mis pensamientos.