"..porque nadie crea en ello, no deja de ser verdad."

31/5/09


Ya llovió

desde aquel chaparrón hasta hoy


iba cada domingo a tu puesto de rastro a comprarte...


con aguita del mar andalúz quise yo enamorarte


pero tu no querías más amor, que el del río de la plata....


No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió....



finlandia

mar báltico...
















kest .melu .noa



7/5/09





"... es la inercia de voltearme haciaa tu lado equivocado, 
el miedo de reconocer tu huella en el nombre de las calles


de las que preferiría ocultarme.




Es la lengua que lame el borde filoso


entre la locura y mi escondite


 un aullido que recorre la fiebre avanzada sobre mi piel


como un órgano de tu existencia."




18/03

Me pintas con rosa viejo
en vasijas nocturnas de frío.
Nocturnas,porque te acordás de mi nombre
fría, porque te recuerdan a mí
vasijas, porque me rompo (todavía)
Nocturnas porque la noche me llama y sin embargo te digo "amor"
Frías porque puedo hundir mis pies en tus sábanas
y abrazarte hasta derretir este cuerpo,
que ya no es mío, en tu abrazo.
Vasijas, porque nunca te muestro más que una astilla
de mi pensar.
Me pintas en cuclillas con una almohada que me tapa.
Esa almohada que guarda mis sueños truncos.
Nocturna, porque soy yo sólo de noche,
que me invade e invado y fluyo y soy.
Fría, porque tu imagen está sobre mi,
pero en el lejano no me toca y la duda me acecha.
Vasija, porque la almohada nació de ella, copiando
se dureza cuando se llena de sueños.
Me miras y me pintas un signo de interrogación encima
y te digo que no estaba pensando
ni en la almohada, ni en la vasija, ni en el frío, ni en la noche que se acerca, ni en vos.
Y es más fácil callar que romper la vasija fragmentada,
que quiere el golpe, que espera una mano
una yema que divida su contorno
y que trague el agua estancada
para volver a danzar en la mañana
con los pies fríos sobre un mantel de cocina.
Nocturna porque soy sin día
fría porque me oculta mi eclipse lunar
vasija porque se te ocurrió
Los poemas existen solo en su tristeza y su añoranza.

Nietzsche

Pero no fue el sufrimiento mismo su problema,
sino la ausencia de respuestas
al grito de la pregunta:


¿PARA QUÉ SUFRIR?

Mis oídos

Si me atrevo a mirar y a decir...