las horas devuelven tu nítida figura,
una sombra, tu sonrisa.
sobre la heladera que murmura,
pegué una melodía, la de tus pies
descalzos cuando se deslizan sobre
el mármol
frio de la mañana.
Los focos que iluminan mi cuarto
me inundan de unas canicas cosquillosas
bailarina sobre mis yemas.
¿ no ves que entras en mi
cotedaneidad, irrumpiste
en mi bosque salvándome de la lenatnía
del encierro?
¿No ves que ya no necesito estudiar cada palabra de un conjunto para entender
entender que
ésta sonrisa,
la mía
puede volar por el techo del aula
sin excusa alguna?
(27 de febrero o quizás recién el lunes...)
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