"..porque nadie crea en ello, no deja de ser verdad."

5/12/08

El cuaderno de Sebastián


"Juro que nací sin querer, hace alrededor de veinticuatro años, en esta ciudad tan absurda como su nombre y por obra y gracias de algún Espíritu Vagabundo que poco o nada debía ser Santo. Estas meras suposiciones obedecen sola mi innata desconfianza [...].
Y con este ridículo hecho involuntario (nacer, digo), entré en el ciclo de la vida, o sea en la suma de los miedos de perderla, en las repetidas muertecitas cotidianas,
en las búsquedas de entretenimiento para no aburrirse mientras las horas se nos escapan inexorablemente (como arena entre los dedos, diría algún amigo más o menos poeta)."
Sin duda es a eso que te referías.. esas ganas de tener más repetidas muertes en la vida.. encontrar un esqueleto en tu armario. Sebastián, claro.Harto de este día, que comienza, que termina. Sebastián, chico que mastica las palabras, y las vomita, y las vuelve a crear, y se asfixia, y se ahoga. Sebastián, con su cuerpo lánguido y poco a poco destrozado en pequeñas filetas de carne. Vos, que siempre pensabas que estabas solo. Lo estás. No hay nada acá que te rodee.Mierdalín y Mierdalón, que se suben a tus hombros carcomidos y soplan en tu oreja" mentira, mentira" y te suben al cuello unas tremendas ganas de expirar. Deseando ser aunque sea un poco más rojo. Ser un tipo como vos, sin lógica, sin ataduras de gramática, sin sintáxis, sin hilo argumental, sin tiempo interior, (SIN TIEMPO), sin teorías, sin importancia. Sumiso en el heroico silencio, del que tanto te regocijas.Sebastián, que te conocí sin querer, que vi en ti algo más que un corazón de tinta, una figura más de los hijos de papel. Que pude oír más allá de tu eterno T.S (maldito poeta norteamericano).Ahora mismo no sé bien que decirte, pero prometo terminar de escribirte. para que me oigas, a un único amigo que (no) tenes.

1 comentario:

mica. dijo...

te amo con todo mi corazñon sofia ♥

Nietzsche

Pero no fue el sufrimiento mismo su problema,
sino la ausencia de respuestas
al grito de la pregunta:


¿PARA QUÉ SUFRIR?

Mis oídos

Si me atrevo a mirar y a decir...