"..porque nadie crea en ello, no deja de ser verdad."

14/9/09

Los Concupiscentes

Y en sus recipientes concupiscentes retenía
los rastros de aquella inocencia
teñida de Abril, los hilos morados de una heurística larga,
y todas las risas que no serán.

Y Él, maleador de vastos trechos,
que había roto el malecón de
su guadeja encantada, siguió sobre su espalda.

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Nietzsche

Pero no fue el sufrimiento mismo su problema,
sino la ausencia de respuestas
al grito de la pregunta:


¿PARA QUÉ SUFRIR?

Mis oídos

Si me atrevo a mirar y a decir...