Voy a sumergirme en la herida
profundamente
silenciosa
en tus volcanes púrpura
las quemaduras que dejaste en mis ojos
cubiertos con sal de mesa
Degluto aire
como al tragar el café frío y amargo de la resaca
como miro tu nombre en cuclillas empapadas
del carámbano de tu sombra
Apunto al resplandor del sueño
la venganza,
que dejaste dormitando en mi almohada
al desvainar tu partida.
[reparo meticulosamente mi viaje en sábanas limpias. tus manos, las antiguas herederas que envolvían fatiga y narcosis, son ya hortalizas resquebrajantes que no logran dejarme salir. y veo a esos perros callejeros que me ladran en olvido y me persiguen con sus colas de hierro. voy a exprimirme la ropa impregnada de agua turmarina, voy a sacudir este cuerpo rancio a merced del contrapunto; desandar las orografías clandestinas.]
Y allí, en la penumbra recia
en la esquina perniciosa: inventarte nuevamente
2008
(las mayúsculas huyen de mi susurro empedernido)
No hay comentarios:
Publicar un comentario